I Escenario político I
Por Marco Antonio Torres de León l
El asunto de la percepción en política es importantísimo.
Para los que saben -o gustan- leer política, es tan exacta como olfatear sin temor a equivocarse.
Demos un ejemplo, la percepción de que en las elecciones presidenciales ganaría Andrés Manuel López Obrador fue advertida cuatro meses antes del 1 de enero. Mejor dicho, cinco meses antes.
Viene al tema por la percepción que hace meses surgió, de que el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca estaba mejorando a Tamaulipas su imágen en el país; y que el propio estado de Tamaulipas estaba dejando de ser el cochinero que dejaron Egidio Torre y Eugenio Hernández, así, en orden de importancia.
Sobre todo en materia de inversiones extranjeras, en turismo y hasta en inseguridad.
Hace dos días se publicó un dato, Francisco García Cabeza de Vaca esta en el top five, en la lista de los mejores 5 gobernadores de México, tomando en consideración criterios como eficacia, cero escándalos, cero corrupción, imagen y orden.
Pero continuemos.
Eugenio al menos dejaba beneficios a los municipios cada que aterrizaba en helicóptero a las 44 ínsulas.
Egidio fue la opacidad absoluta, fue un imbécil en todo.
Hoy es día que debería estar en la cárcel, cumpliendo condena por delitos de enriquecimiento ilícito y por muchos delitos más.
Un corrupto, lo peor que vivimos los tamaulipecos.
Volvamos al asunto.
Percepción es realidad, es un axioma en política.
Cabeza de Vaca lleva casi dos años gobernando; y es fecha que su imagen mejora día con día.
Los golpes políticos que ha dado, llevan en sí mismos su dosis propia de riesgos.
Porque mire que echarse al plato a uno de sus antecesores así, mátalas callando, tiene sus fuertes implicaciones. Y quién ose hacerlo sabe que camina en los linderos del peligro, de no ser porque tenga los pelos de la burra en la mano, o porque este amparado por la ley.
Y la ley es la ley.
Es por eso que la defensa de Eugenio Hernández Flores nada ha hecho por destrabar el rompecabezas que pudiera darle a su cliente, ya no digamos la libertad, pero si un amparo que lo libere de las cuatro paredes en que vive.
Como dice una canción, parafraseando tema: “Esa prisión donde tú estás, donde te tiene Satanás, es un infierno”.
Francisco Javier García Cabeza de Vaca sigue gobernando a Tamaulipas con firmeza.
Es un mandatario con estilo sorprendente, no chistoso, no jocoso, no bromista como solía ser Geño, sino más bien eficaz y sobrio.
No dado a escándalos ni tampoco revestido de orgullo malsano. No agarra de su puerquito en los minimunicipios a nadie como lo hacía Manuel Cavazos Lerma con aquel líder llamado Juan Lerma, en su rara gestión sexenal.
Aquel viejo chaparro Solís humillar a sus propios gobernados; craso error, clara señal de soberbia como si el poder fuera eterno.
A pie juntillas Cabeza de Vaca sabe que gobierna para todos sin colores. Y así lo hace, sigue como es correcto, lo que dicta el librito.
Tampoco es estridente, como Kiko Vega, gobernador de Baja California, quien suele agredir a los ciudadanos como si fuera su pan de cada día.
Aquél ha perdido el piso y pronto, de una forma u otra, pagará por sus excesos.
Aquel siembra fuego y recoge infiernos. Siembra vientos malos y recoge tempestades.
Hoy es día que Francisco Vega es uno de los gobernadores más odiados o aborrecidos por su pueblo.
El mandatario de Tamaulipas por su parte sigue una estrategia callada pero eficaz. Sobre todo porque sabe que muchas veces alterar los ánimos en los terrenos del diablo puede implicar que los demonios tomen como rehenes a personas inocentes.
Y el gobernador de Tamaulipas quiere proteger a los tamaulipecos.
Tamaulipas es un estado difícil, que sabe lo que es doblar la cerviz cuando la delincuencia se lo exige.
Por eso los movimientos del Estado sin sutiles, finos, delicados.
A veces se suplen cosas por otras.
Se ataca la delincuencia con generación de empleos, con universidad de más calidad y con múltiples complejos deportivos, tal y como lo está haciendo el gobernador.
Pasemos a otro tema local.
Mateo Vázquez Ontiveros va a gobernar su municipio con todas las de la ley.
Ganó la elección ampliamente, generosamente, con muchos votos de diferencia.
Fueron casi seis mil votos de ventaja del PAN sobre Morena, PES, PT, quien obtuvo unos 13 mil 600 votos, por 19 mil 500 del candidato blanquiazul. Así pues, la victoria está más que legitimada.
Esto favorece a Mateo Vázquez a la hora de gestionar recursos en la capital ciudad Victoria.
El Mante es ejemplo de cómo se debe operar una victoria electoral, sin temor de perder.
El efecto AMLO resultó beneficioso para el PAN porque dividió las simpatías.
Tan sorprendente fue la influencia lopezobradorista en El Mante que Patricia Chio no estaba invitada a la fiesta y estuvo a punto de colarse; quedó en segundo lugar, con los votos ya citados, 13 mil 600 aproximadamente.
El error de Julio Portales, aparte de permitir que sus huestes agredieran al candidato del PAN, fue hacer menos a Patricia Chío.
Cuando menos acordó ya estaba rebasado.
Por salud los agravios se olvidaron; Mateo Vázquez ganó y le quedan 3 años para gobernar al Mante.
Con dos gestores y benefactores de El Mante como son el gobernador Cabeza de Vaca y el xicotenquense, César Verástegui Ostos, este último en la secretaría general de gobierno, Mateo Vázquez tiene ganada la partida.
El Mante seguirá vestido de azul.
Y no hay otra forma de interpretar este fenómeno de simpatía sino por un simple hecho, el PAN hizo una gran labor en los dos años de gestión que tuvo el actual alcalde Juan Francisco Leal Guerra, con quién El Mante se catapultó al hiperdesarrollo en el renglón de infraestructura urbana y deportiva.
Sabemos, asimismo, de buena fuente además que para el alcalde Leal Guerra habrá una generosa recompensa por su sobrio y gran trabajo como presidente municipal de El Mante.
Pero para no especular por el momento, preferimos dejar el tema así, inacabado, a medias.
Solo sabemos que el presidente acabará contento su gobierno de dos años, una, por haber hecho un gran trabajo, y otra, por su proyección a futuro garantizada.
El mismo lo dijo en su momento cuando un periodista le preguntó,
-Que sigue para usted presidente, después del 1 de octubre, se va a casa a descansar?
-No lo creo…soy muy inquieto.
marcotorresdeleon 
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